El Valor de la Danza (2)
Vivir de la danza es algo hermoso y apasionante. A veces nos estrellamos con personas ajenas a nuestro arte que no comprenden cómo o porqué hacemos lo que hacemos, y parte de nuestra labor es educarlos como público, ayudarles a amar la Danza y a valorarla (ya he escrito sobre esto anteriormente, es parte de mi reflexión sobre esto que amo). ¿Pero qué hacer cuando los que no valoran nuestro trabajo ya no son los espectadores o estudiantes, sino los propios colegas y quienes nos contratan?
Para mí, la danza es mi vida. He dedicado la mayor parte de mi vida adulta a conocer, explorar, descubrir, asombrarme y aprender de esta danza que hago, la Danza Oriental, conocida en Colombia como Danza Árabe. He conocido muchos maestros, he recorrido muchos lugares, he leído muchos artículos, he dialogado y discutido con muchas personas, me he estrellado con mis limitaciones y me he gratificado con los logros, grandes o pequeños que he ido consiguiendo.
He sido muy crítica con mi trabajo y con el trabajo ajeno, pues deseo que nuestro arte sea reconocido por lo que es y sea hecho con calidad y profesionalismo. Afortunadamente la Danza Oriental en Colombia ha crecido, por lo que cada vez tenemos un mejor referente para poder foguearnos y hacer florecer esto que amamos. He conocido muchas colegas profesionales, disciplinadas, guerreras, estudiosas, trabajadoras que buscan hacer bien su labor y difundir conocimiento, belleza y luz.
Pero, ¿cómo nos ven frente a otros géneros de danza? Todavía hay una sensación de que hacemos "Danza Sensual" o "Danza de Tubo" (que en sí mismas son un género totalmente aparte), todavía hay quienes confunden la Danza de Medio Oriente con Danza de la India y todavía cierta cantante pop es el referente más común de nuestro quehacer.
Hace poco, en uno de los sitios donde he trabajado me dijeron: "Mira, esta docente X, que es nueva, va a observar algunas de tus clases, pues va a dirigir un grupo de Danza Árabe en el nivel básico".
Eso puede ser más o menos incómodo según las condiciones en las que uno esté trabajando, pero muchas veces hace parte de pertenecer a un grupo de docentes: entrenar al nuevo. (Y valga sacarme el clavo de que cuando yo entré a ese grupo yo no recibí ningún entrenamiento de ese estilo).
Lo que me confronta y cuestiona es que hasta donde yo sé ESTA DOCENTE NO HA SIDO CAPACITADA EN DANZA ÁRABE Y NO HA DICTADO UNA SOLA CLASE DE ESTE GÉNERO. Así que la idea de quienes me contratan es que esta persona en dos clases asimile todo un género de danza y ¡LO REPLIQUE ENTRE UN BUEN NÚMERO DE ESTUDIANTES!
A estas alturas ya no siento indignación, sino asombro y confrontación. Yo he trabajado por 10 años esta danza y aún siento que tengo tanto, tanto por aprender... Hay estilos dentro de la Danza Árabe a los que me acerco con prudencia y tacto o que de plano no utilizo en las clases... ¿Cómo puede dar clases alguien que no conoce esta danza?
No dejo de pensar que aunque estoy aprendiendo Danza de la India desde hace un par de años, no me atrevo ni siquiera a enseñar un movimiento porque aún siento que no he logrado contactar todo su espíritu y esencia (lo cual me puede llevar esta vida y otras varias más). También recuerdo que aunque comprendo algunas bases del tango y de la salsa, jamás osaría dar una clase de estos bailes, mucho menos cuando estoy dentro de una institución de renombre. Soy consciente de que aunque soy colombiana, desconozco mucho del folclor de mi país, y a menos que sea de este baile tropipop que bailamos muchos bogotanos, no me siento en capacidad de enseñar gran cosa sobre los bailes tradicionales Colombianos.
¿Qué les hace pensar a mis jefes que con la Danza Árabe es distinto?
Sé que hay bailarines profesionales que bailan muchos géneros y se le miden a lo que sea. Ese no es mi caso. No puedo juzgar si lo que ellos hacen es lo que corresponde o no. Pero aún en el caso de estos bailarines profesionales, ellos se toman el trabajo de aprender un poco y tomar talleres, de capacitarse y, por lo menos, ver videos.
Y entonces de nuevo la pregunta: ¿Qué hacer?
La respuesta llegó pronto esta vez: una de las bailarinas de mi compañía hace poco bailó en el evento de cierre de año de una academia de danza, donde se enseña ballet y otros géneros, entre ellos, Danza Árabe.
La bailarina de mi compañía presentó un sólo de Danza Oriental y también se presentó la maestra de Danza Árabe con su muestra de clase. La bailarina de mi compañía bailó con la calidad que la caracteriza, con un vestuario impecable y una coreografía profesional. Las diferencias saltaban a la vista. Las mismas estudiantes se sintieron muy cuestionadas al ver que no habían aprendido todo lo que podían y que realmente tenían muchísimos vacíos, pues la persona que las tenía a su cargo no estaba en capacidad de darles más.
La cuestión es trabajar con ganas, trabajar juiciosamente, trabajar con el corazón. La gente sabia y de corazón abierto valora la diferencia. Sólo es cuestión de tiempo y paciencia.
Para mí, la danza es mi vida. He dedicado la mayor parte de mi vida adulta a conocer, explorar, descubrir, asombrarme y aprender de esta danza que hago, la Danza Oriental, conocida en Colombia como Danza Árabe. He conocido muchos maestros, he recorrido muchos lugares, he leído muchos artículos, he dialogado y discutido con muchas personas, me he estrellado con mis limitaciones y me he gratificado con los logros, grandes o pequeños que he ido consiguiendo.
He sido muy crítica con mi trabajo y con el trabajo ajeno, pues deseo que nuestro arte sea reconocido por lo que es y sea hecho con calidad y profesionalismo. Afortunadamente la Danza Oriental en Colombia ha crecido, por lo que cada vez tenemos un mejor referente para poder foguearnos y hacer florecer esto que amamos. He conocido muchas colegas profesionales, disciplinadas, guerreras, estudiosas, trabajadoras que buscan hacer bien su labor y difundir conocimiento, belleza y luz.
Pero, ¿cómo nos ven frente a otros géneros de danza? Todavía hay una sensación de que hacemos "Danza Sensual" o "Danza de Tubo" (que en sí mismas son un género totalmente aparte), todavía hay quienes confunden la Danza de Medio Oriente con Danza de la India y todavía cierta cantante pop es el referente más común de nuestro quehacer.
![]() |
Nataraj, Shiva, Señor de la Danza en India |
Eso puede ser más o menos incómodo según las condiciones en las que uno esté trabajando, pero muchas veces hace parte de pertenecer a un grupo de docentes: entrenar al nuevo. (Y valga sacarme el clavo de que cuando yo entré a ese grupo yo no recibí ningún entrenamiento de ese estilo).
Lo que me confronta y cuestiona es que hasta donde yo sé ESTA DOCENTE NO HA SIDO CAPACITADA EN DANZA ÁRABE Y NO HA DICTADO UNA SOLA CLASE DE ESTE GÉNERO. Así que la idea de quienes me contratan es que esta persona en dos clases asimile todo un género de danza y ¡LO REPLIQUE ENTRE UN BUEN NÚMERO DE ESTUDIANTES!
A estas alturas ya no siento indignación, sino asombro y confrontación. Yo he trabajado por 10 años esta danza y aún siento que tengo tanto, tanto por aprender... Hay estilos dentro de la Danza Árabe a los que me acerco con prudencia y tacto o que de plano no utilizo en las clases... ¿Cómo puede dar clases alguien que no conoce esta danza?
No dejo de pensar que aunque estoy aprendiendo Danza de la India desde hace un par de años, no me atrevo ni siquiera a enseñar un movimiento porque aún siento que no he logrado contactar todo su espíritu y esencia (lo cual me puede llevar esta vida y otras varias más). También recuerdo que aunque comprendo algunas bases del tango y de la salsa, jamás osaría dar una clase de estos bailes, mucho menos cuando estoy dentro de una institución de renombre. Soy consciente de que aunque soy colombiana, desconozco mucho del folclor de mi país, y a menos que sea de este baile tropipop que bailamos muchos bogotanos, no me siento en capacidad de enseñar gran cosa sobre los bailes tradicionales Colombianos.
¿Qué les hace pensar a mis jefes que con la Danza Árabe es distinto?
Sé que hay bailarines profesionales que bailan muchos géneros y se le miden a lo que sea. Ese no es mi caso. No puedo juzgar si lo que ellos hacen es lo que corresponde o no. Pero aún en el caso de estos bailarines profesionales, ellos se toman el trabajo de aprender un poco y tomar talleres, de capacitarse y, por lo menos, ver videos.
Y entonces de nuevo la pregunta: ¿Qué hacer?
Danza Oriental |
La bailarina de mi compañía presentó un sólo de Danza Oriental y también se presentó la maestra de Danza Árabe con su muestra de clase. La bailarina de mi compañía bailó con la calidad que la caracteriza, con un vestuario impecable y una coreografía profesional. Las diferencias saltaban a la vista. Las mismas estudiantes se sintieron muy cuestionadas al ver que no habían aprendido todo lo que podían y que realmente tenían muchísimos vacíos, pues la persona que las tenía a su cargo no estaba en capacidad de darles más.
La cuestión es trabajar con ganas, trabajar juiciosamente, trabajar con el corazón. La gente sabia y de corazón abierto valora la diferencia. Sólo es cuestión de tiempo y paciencia.
Cuando decidí que mi vida fuera la danza y/o la danza mi vida, comprendí que debía hacerlo excelentemente, eso significa para mi: estudio, disciplina, entrenamiento, constancia, corazón, sobre todo corazón. Cuando empece a comprender que era la danza árabe (aunque cada día, siempre aprendo más y más), sentí el deseo desde mi corazón de enseñarla a mujeres que desearan salir de sus rutinas estresantes, de sus tabús hacia el cuerpo, de sus preocupaciones y stress que nos impone cada vez más la sociedad y el sistema de cosas. Pero era consciente que no podía hacerlo sin las báses apropiadas. Soy profesional en Fonoaudiología, y me paso lo mismo, alguien un día me contrato por unos días, y me pusieron una asistente (enfermera), para que me ayudara con ciertos datos, sin embargo su ayuda era más que eso, solo estaba allí para ver mi trabajo, copiarlo de alguna forma y realizar luego el trabajo que yo realizaba. La formación profesional va más allá de lo evidente, de lo mecánico. Ser profesional para mi es transformar, interiorizar unos conocimientos que se toman por un gran tiempo, en experticia, ojo clínico, intuición, habilidades externas e internas, aptitudes y actitudes. Ahora en mi camino de la danza siento lo mismo, y sé y estoy segura que el verdadero profesional crece cuando decide hacerlo recorriendo un camino, un andar, un tiempo. Es necesaria la madurez, que solo en el transcurrir se consigue. Estoy contigo, y con todas aquellas personas que amen la danza desde su corazón y quieran hacer las cosas con excelencia y profesionalismo. Seguiré en mi camino de aprendizaje constante para llegar a ser una verdadera profesora de Danza oriental para las mujeres que así lo deseen. Un abrazo.
ResponderEliminarcuando tenia 8 años en la radio conocí la primera canción de música árabe para mi fue lo mas bello y sentía que vibraba todo mi ser al escuchar esa melodía. durante años quise volverla a escuchar pero las dificultades, por mucho tiempo, no me permitía tener contacto con esta cultura.lo sentía en mi ser pero no sabia que era.
ResponderEliminardesde hace 2 años que por fin tengo esa oportunidad de estar en contacto con toda esta melodía,con la danza, sentí que desperté por completo a esa niña bailarina que a estado en mi y que gracias a mi carrera pedagogía infantil, vivo la alegría de vivir intensamente; por que amo lo que hago,por que le pongo el corazón, como lo referencia el pensamiento de esta bailarina que nos comparte su ser.
el que ama lo que hace lo refleja en su hacer y su ser, una bailarina que danza con el corazón seduce al publico por que lo atrapa en su historia, en su relato,que no necesita palabras para contar, sino un cuerpo y un espiritu para soñar.
hacer , por hacer no deja sino un bonito espectáculo, pero hacer y seducir con la magia del corazón deja mella en cualquier espectador ..........
El amor por lo que haces es importante... importantísimo! Pero también lo es la investigación y el aprendizaje disciplinado y consciente, el desarrollo técnico y expresivo, la búsqueda de referentes claros sobre lo que haces... En la humildad de reconocer lo que sabemos podemos crecer hacia nuevas formas de desarrollar nuestros talentos...
Eliminar