Una Costumbre con Historia...
Cuando yo estudiaba grado 11o. (el último nivel de la enseñanza media en Colombia) descubrí que tenía intereses que quería compartir con mis compañeros de clase... Cabe decir que yo no me sentía muy en contacto con ellos, me sentía aislada y distinta; en resumen, me sentía como "mosco en leche". Y no era para menos: era una niña retraída y tímida, al mismo tiempo que orgullosa y soberbia (peligrosa combinación). Era emocionalmente muy inmadura para mi edad y aparte era como entre 2 y 3 años menor que mis compañeros de curso, todo lo cual generaba un abismo de empatía entre ellos y yo. La verdad nunca logré adaptarme a ellos. En un intento tal vez absurdo por entrar en contacto con ellos, empecé a hacer en el tablero del salón murales que exponían cosas que yo descubría en la enciclopedia de mi casa. Era un tablero verde, un pizarrón de los viejos y se escribía en él con tiza. (¡Dios, cómo estoy de vieja, muchos de los que lean esta nota ni sabrán que era eso!). De hecho,...