Un bello Encuentro
Estoy recién aterrizando después de asistir al VI Encuentro de Danza Oriental de Medellín organizado por la Academia Maria Isabel Angel.
De los seis encuentros que han organizado, yo he asistido a cinco y en ninguno de ellos me he sentido defraudada o decepcionada. Por el contrario, siempre he recibido muchísimo, tanto de los maestros como de todo el Staff de organización.
En esta edición, pudimos contar con la presencia de la maestra Farida Fahmy, una leyenda viva de la danza Egipcia. Una mujer apasionada por su arte que a sus 72 años de edad aún tiene toda la energía y la vitalidad para dar talleres en los que su belleza y su calidad humana son difíciles de igualar. Algo maravilloso fue poder sentir su dulce energía desde la tarima donde estaba hasta el otro lado del salón, donde yo estaba recibiendo sus enseñanzas. Es una bailarina excepcional, con una fuerza interna impresionante.
La charla que nos dirigió antes de los talleres fue esclarecedora, conmovedora y cuestionadora. Muchas recibimos con agrado ese baño de agua fría para poder retomar nuestra danza con otra visión de lo que hacemos, respetando la esencia, trabajando duro y buscando contactar esa esencia de lo egipcio que la maestra nos ha pedido que busquemos.
Ozgen es un gran bailarín, con mucha fuerza en la escena y un carisma que desborda por todo su cuerpo. Es un hombre bello, un buen profesor y un hombre que le gusta que lo miren y lo amen. Gracias a él logré contactar - después de tantos años en esta danza - la esencia de la danza turca. No es tarea fácil, menos en las danzas Romanís que nos ha compartido, pero es una puerta que se abre hacia otros caminos.
Munique Neithe es, sin lugar a dudas, una excelentísima bailarina y una maestra consagrada. Desafortunamente, no pude sacar todo el provecho de sus enseñanzas, pues el cansancio me lo impedía... pero es admirable su fuerza y dulzura en el escenario y la claridad con la que dirige el grupo. Una mujer muy bella, que combina lo latino y lo árabe admirablemente.
Este VI Encuentro me ha parecido muy bello. La energía en el backstage durante el show fue muy acogedora, muy amigable y tranquila. Pude reencontrarme con dos de mis primeras compañeras en la danza, Jaqueline Molano y Sandra Gómez, recordando los tiempos en que las tres pertenecíamos a Zaar.
Esta misma energía de reencuentro, de respeto y de cariño se sintió durante todo el evento y con todas las colegas. Todas estábamos abiertas y dispuestas a aprender y a conocer, en respeto y camaradería. Fue realmente muy hermoso.
Nada de esto hubiese sido posible sin la gestión y la valentía de Maria Isabel, para quien pido un fuerte aplauso... un reconocimiento a su ardua y constante labor y a la calidad y entrega con que organiza sus eventos. Quiera Dios que podamos seguir acompañándola en esta aventura del aprendizaje de la danza.
Y ojalá, ¡a la próxima en Medellín nos vemos!
De los seis encuentros que han organizado, yo he asistido a cinco y en ninguno de ellos me he sentido defraudada o decepcionada. Por el contrario, siempre he recibido muchísimo, tanto de los maestros como de todo el Staff de organización.
En esta edición, pudimos contar con la presencia de la maestra Farida Fahmy, una leyenda viva de la danza Egipcia. Una mujer apasionada por su arte que a sus 72 años de edad aún tiene toda la energía y la vitalidad para dar talleres en los que su belleza y su calidad humana son difíciles de igualar. Algo maravilloso fue poder sentir su dulce energía desde la tarima donde estaba hasta el otro lado del salón, donde yo estaba recibiendo sus enseñanzas. Es una bailarina excepcional, con una fuerza interna impresionante.
La charla que nos dirigió antes de los talleres fue esclarecedora, conmovedora y cuestionadora. Muchas recibimos con agrado ese baño de agua fría para poder retomar nuestra danza con otra visión de lo que hacemos, respetando la esencia, trabajando duro y buscando contactar esa esencia de lo egipcio que la maestra nos ha pedido que busquemos.
Ozgen es un gran bailarín, con mucha fuerza en la escena y un carisma que desborda por todo su cuerpo. Es un hombre bello, un buen profesor y un hombre que le gusta que lo miren y lo amen. Gracias a él logré contactar - después de tantos años en esta danza - la esencia de la danza turca. No es tarea fácil, menos en las danzas Romanís que nos ha compartido, pero es una puerta que se abre hacia otros caminos.
Munique Neithe es, sin lugar a dudas, una excelentísima bailarina y una maestra consagrada. Desafortunamente, no pude sacar todo el provecho de sus enseñanzas, pues el cansancio me lo impedía... pero es admirable su fuerza y dulzura en el escenario y la claridad con la que dirige el grupo. Una mujer muy bella, que combina lo latino y lo árabe admirablemente.
Los maestros y las estudiantes |
Esta misma energía de reencuentro, de respeto y de cariño se sintió durante todo el evento y con todas las colegas. Todas estábamos abiertas y dispuestas a aprender y a conocer, en respeto y camaradería. Fue realmente muy hermoso.
Maria Isabel y Farida Fahmy |
Y ojalá, ¡a la próxima en Medellín nos vemos!
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