La unión está en mí...

Cuando era más joven deseé muchas veces que hubiese un evento, un espacio o un tiempo en el cual todas aquellas personas que amo o que me importan pudieran juntarse e interactuar entre ellas. Me hubiese encantado que cierto amigo se encontrara con cierta hermana y que cierta compañera hablara con cierta otra amiga...

Siempre me desencantaba porque nunca se daba... la única vez que sentí que estuve casi a punto de cumplir mi sueño fue en el último cierre de año de la escuela Elixirdanza, al cual asistieron personas de casi todos los ámbitos de mi vida: de la danza, del teatro, de mi camino de evolución personal, de mi familia, de la biología, de mis amigos y de la gente que admiro... Todos estuvieron allí observándome y compartiendo los frutos de mi trabajo, aunque entre ellos no tuvieron contacto directo.

Este año (por muchas historias y sucesos que algún día, cuando todo esté decantado, podré contar con más libertad que ahora) ese sueño se derrumbó por completo. Sentí que mi vida se escindía en dos, que yo estaba rota entre unos seres a los que quiero y los otros seres a los que también quiero. Era una ruptura profunda entre ellos que me hacía sentir que era prácticamente imposible que estas partes de mi vida pudieran volver a estar juntas... me ha llevado a tomar decisiones tales como: "si invito a esta persona, no puedo invitar a esta otra", o "si voy a este evento, no puedo ir con esta persona para evitar conflictos", etc.

Mis padres han vivido juntos toda su vida, pero me imagino que los hijos de padres divorciados sienten algo parecido (y con toda seguridad, muchísimo peor).

Sin embargo, hace poco en un taller de una técnica corporal, la tallerista dijo algo que me conmovió y me dio luz sobre todo este asunto. Tanto que lloré de la alegría:

Estábamos con los ojos cerrados, cerrando la sesión de trabajo corporal, y entonces ella dijo: "Vayan a ese sitio que les gusta, donde se sienten cómodos y protegidos".
Un lugar seguro...
Luego dijo: "Sientan que todas las personas que aman están allí con ustedes".

La respuesta a mi inquietud no podía ser más simple: yo sentí que ese espacio de paz estaba en mi corazón... no era un lugar afuera de mí, sino uno adentro mío. Cuando nos dijo que "todas las personas que aman están allí", supe que era cierto: Todas las personas que amo están aquí, en mi corazón. Aún los que han muerto, los que han partido, aquellos con los que no me hablo hace años, todos, todos sin excepción están aquí, en mi corazón...

Y entonces, no hay necesidad de que un evento externo los junte, tampoco importa si hay personas que entre ellas no puedan hablarse, porque al final, si todos ellos están unidos en mí y si yo estoy integrada y unida en mi totalidad, esa ruptura externa no tiene porqué afectarme. Yo los amo a todos y están todos juntos en mi corazón. Sin preferencias y sin peleas. Al estar yo integrada a la Unidad en mí, las divisiones externas dejan de angustiarme.

Lloré de alegría, porque esa certeza tranquilizó mi alma en ese momento.

La recuerdo hoy, pues aún las discordias externas parecen ser grandes... pero la certeza permanece: todos los que amo están unidos en mi corazón.

Comentarios

  1. es la mejor forma de tenerlos juntos,en el corazón y en el alma... que hermosa reflexión ♥

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  2. Comprendo la situación y de acuerdo sí señorita, la unidad está en ti con el universo, eso incluye todos nosotros los seres de humanidad...en sus diferencias, tensiones conflictos. Mientras no te dejes escindir por ello esa unidad está en ti e incluso va a transformar esas situaciones, es casi mágico.

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