Regálame tu luz esta noche.

Hace frío y mis ojos cansados ya no ven bien el camino.
Mis pies recorren el sendero con cosntancia, pero a veces no sé hacia donde voy.

En la distancia, busco tu sonrisa amada, tus ojos de luna, tu vientre de sol, tu sonrisa arcoiris de corazón.
Ven a mí y no te olvides que yo también te necesito.

Sé que has caminado por senderos oscuros, que has visto maravillas que brillan, y estrellas, y flores, pero también la tristeza, y el canto de las sirenas, y el miedo y el dolor.

Pero esta noche, regálame tu luz.
Busquemos juntos este camino que se abre hacia el futuro.
No dejes sola mi esperanza de tener tu risa conmigo en el invierno y en el otoño para combatir el frio.

Ora conmigo para que la luz se encienda en tu corazón y en el mío, y en el de todos aquellos que lo necesiten

No sueltes mi mano, que yo no soltaré la tuya.

Tal vez mañana, cuando el sol nazca, nos revele que nuestra angustia era sólo una pesadilla de nada, y la madrugada se lleve entre sus velos el temor y el rencor.

Yo te espero en cada orilla y te compartiré cada alegría.

Sólo regálame tu luz esta noche.

Y otra noche más...