Reencuentros

Me ha pasado varias veces. Yo he sido una mujer de procesos emocionales lentos. Me tomé unos 10 años en superar del todo mi primera traga. Creo que soy rencorosa. O como decía en otra época, rencorativa: rencorosa y ahorrativa, ahorro rencor. Entonces, después de alguna disputa infantil, alguna afrenta real o imaginaria o algún daño que me hayan hecho a mí o a alguien a quien quiero, me tomo mi tiempo para intentar soltar la tensión que me genera la persona con la que me he enojado. Lucho mucho en mi interior y creo que he superado la ira o la rabia o el rencor con esa persona en específico. Pasan los años, hay tierra de por medio, no veo a la persona por largo tiempo. Le echo tierra al asunto y se vuelve una anécdota más, algo que no siento que me lastime ni me importe. Y entonces, ¡SUÁCATELE!: me encuentro de frente con la persona... y para mi pesar descubro que no hay tal, que la ira o la rabia o el rencor siguen ahí. La primera vez que me pasó fue muy duro. Sucedió con u...